El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zuñiga, hizo un enfático llamado a la unión y cooperación entre los distintos cuerpos policiales del país, en medio de recientes tensiones institucionales.

“Juntos como cuerpos policiales hermanos”, expresó Zuñiga, destacando la importancia de trabajar en equipo para garantizar la seguridad ciudadana.

El jerarca rechazó cualquier insinuación de conflictos internos o rivalidades entre instituciones encargadas de la seguridad. “Solo en una mente limítrofe o desquiciada se puede pensar en una lucha fratricida o rivalidad”, afirmó.

Zuñiga enfatizó que el bienestar del país debe estar por encima de los intereses personales. “Costa Rica es mucho más que egos desbordados. Merecemos más como país”, agregó.

Finalmente, subrayó la necesidad de mantener la cohesión institucional en momentos críticos. “Unidos prevaleceremos, divididos caeremos. La seguridad es para todos”, concluyó.

Recientemente, el presidente Rodrigo Chaves afirmó: “El OIJ tiene mil efectivos, pero yo tengo 17 mil en la Fuerza Pública”. Esta declaración, más que una comparación desafortunada, representa una amenaza al principio de unidad que debe regir nuestras fuerzas de seguridad.

Costa Rica atraviesa una crisis de inseguridad que exige cohesión, coordinación y respeto entre todos los cuerpos policiales, no rivalidades. Pretender enfrentar a la Fuerza Pública con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en el discurso público es irresponsable y peligroso.

“La discusión política es nuestra”, advierte el diputado Ariel Robles. “Los cuerpos policiales, ya sea la Fuerza Pública o el OIJ, son miles, pero miles unidos contra la inseguridad del país”.

En un país civilista como el nuestro, la paz no se vulnera —ni siquiera simbólicamente— con armas o insinuaciones de guerra. “Celebramos que los oficiales no se dejen dividir por el debate político”, añade Robles. “Reflexione, señor Presidente, reflexione. ¡Aún hay tiempo!”.

Somos un país civilista. Aquí no se resuelve nada con insinuaciones de fuerza ni se mide el liderazgo contando armas o efectivos. En Costa Rica, el liderazgo se mide con prudencia, respeto y compromiso con el bien común.

Señor Presidente, la seguridad de Costa Rica no se fortalece con enfrentamientos internos, sino con unidad y visión de Estado.

Rodrigo Arias lanza llamado directo al presidente Chaves y defiende la institucionalidad democrática

En una intervención que no pasó desapercibida, el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, hizo este miércoles un firme llamado al presidente de la República, Rodrigo Chaves, instándolo a cesar la confrontación constante con los demás Poderes del Estado.

“Costa Rica no necesita un líder en guerra con los demás Poderes de la República”, expresó Arias con tono sereno pero contundente. “Este país, con todos los problemas que tiene, no está para tener a un presidente confrontando un día sí y otro también a los demás poderes”, añadió desde el Plenario Legislativo.

Las declaraciones se dan en un contexto de crecientes tensiones entre el Poder Ejecutivo y órganos como la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial y la Contraloría General de la República. En semanas recientes, el presidente Chaves ha intensificado sus críticas contra estas instituciones, lo que ha sido visto por diversos sectores como un debilitamiento del respeto interinstitucional.

Arias, reconocido por su estilo moderado y conciliador, ha asumido una postura de defensa de la democracia costarricense, subrayando la necesidad de cooperación entre poderes en lugar de ataques verbales y deslegitimaciones públicas.

“Desde la presidencia del Congreso seguiremos trabajando por la estabilidad democrática del país. Las diferencias políticas no pueden ser excusa para socavar la institucionalidad”, afirmó Arias.

El llamado ha sido respaldado por varias fracciones legislativas que también han manifestado su preocupación ante lo que consideran un estilo de gobernar confrontativo por parte del Ejecutivo.

En un país que se precia de su tradición democrática, las palabras de Arias resuenan como un llamado urgente a bajar la tensión y apostar por el diálogo y el respeto entre los poderes del Estado.

San José, Costa Rica. – El diputado Ariel Robles arremetió contra el presidente Rodrigo Chaves luego de que el mandatario anunciara el veto a dos polémicos proyectos de ley: la Ley de Extinción de Dominio y la Ley de Allanamientos a cualquier hora.

“Narcotraficantes podrán dormir tranquilos porque Rodrigo Chaves les da el regalo de que no se les pueda allanar durante la noche”, declaró Robles en tono crítico, aludiendo a la decisión del Ejecutivo de frenar iniciativas legales que, según sus defensores, permitirían combatir con mayor eficacia al crimen organizado.

El legislador del Frente Amplio no se guardó nada y acusó al presidente de debilitar herramientas fundamentales en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero. “Mientras el país exige más seguridad y contundencia, el Gobierno decide proteger derechos mal entendidos, incluso si eso significa dejar intacto el poder de los criminales”, añadió.

Los vetos presidenciales han generado una fuerte polémica entre el Ejecutivo y diversos sectores del Congreso, el Poder Judicial y el Ministerio Público, que consideran que ambas leyes son claves para enfrentar el avance del crimen organizado en el país.

Ahora, el futuro de estas iniciativas dependerá de si la Asamblea Legislativa logra reformar los textos para superar los cuestionamientos del Ejecutivo o si insiste en su aprobación original.

El Poder Ejecutivo sorprendió esta semana con un movimiento inusual en la Asamblea Legislativa: tras convocar 90 proyectos en sesiones extraordinarias, los retiró abruptamente para priorizar uno solo —la polémica iniciativa de “vuelos baratos”— y, un día después, lo reemplazó por cinco expedientes, principalmente de seguridad.

La medida generó críticas entre legisladores, quienes ven en ella una jugada política o incluso un acto de retaliación.

¿Reacción por el control político?

El cambio ocurrió tras el discurso del diputado Eli Feinzaig (PLP) durante el control político al presidente Rodrigo Chaves, donde cuestionó su gestión. Feinzaig, autor del proyecto de vuelos baratos —vetado previamente por Chaves—, sugirió que el retiro masivo de expedientes fue un “arranque de cólera” del mandatario.

“Tenemos un gobernante que actúa por impulsos. Se enojó por mi discurso y convocó este proyecto para que yo perdiera la votación, pero quienes pierden son los ciudadanos que se beneficiarían”, afirmó.

Vanessa Castro (PUSC), vicepresidenta del Congreso, coincidió en que la maniobra busca desgastar a la Asamblea: “Este Gobierno quiere que el Legislativo quede mal parado con temas adversos, como el de los vuelos baratos”.

¿Habrá votos para los vuelos baratos?

Feinzaig admitió que, aunque cuenta con 38 votos a favor, la aprobación depende de una asistencia casi plena. “Las voluntades están, pero con 57 diputados es difícil”, reconoció.

Mientras, el Ejecutivo no se ha pronunciado. [Medio] intentó obtener la versión del ministro a.i. de la Presidencia, Jorge Rodríguez, y de la diputada oficialista Pilar Cisneros, sin éxito al cierre de esta edición.

Lo cierto es que el vaivén en la agenda reavivó tensiones entre poderes, dejando dudas sobre si responde a una estrategia o, como alegan algunos, a un conflicto personalizado.

San José – En un discurso marcado por un tono desafiante, el presidente Rodrigo Chaves reafirmó su estilo confrontativo y arremetió nuevamente contra lo que denomina las élites tradicionales del país. El mandatario insistió en que su gobierno no cederá ante presiones políticas ni suavizará su mensaje, aunque eso incomode a sectores influyentes, incluida la Asamblea Legislativa.

“Hoy Costa Rica tiene un Gobierno que cumple, que construye, que no calla y que no rinde pleitesía a las élites de siempre”, declaró Chaves ante una audiencia dividida entre aplausos y gestos de cautela ante la contundencia de sus palabras.

El presidente, conocido por su discurso directo y por desafiar abiertamente a actores históricos del poder político y económico, señaló que su administración representa un cambio estructural en el país. “Sé que las palabras fuertes y sinceras incomodan a muchos”, dijo, en alusión a las críticas que ha recibido desde medios de comunicación, partidos de oposición y sectores empresariales.

Durante su intervención, también denunció la existencia de “obstáculos internos” provenientes, según él, de grupos con intereses arraigados dentro de las instituciones del Estado. “No estamos aquí para seguir complaciendo a los mismos de siempre, sino para trabajar por el bienestar del pueblo”, afirmó con firmeza.

El discurso se suma a una serie de mensajes similares en los que Chaves ha confrontado lo que llama “el establishment costarricense”. Desde su llegada al poder, ha construido una narrativa en la que enfrenta, por un lado, a las élites políticas, económicas y mediáticas, y por el otro, al pueblo trabajador, al que asegura representar.

A pesar de la polarización que genera, su estilo también ha encontrado respaldo entre ciudadanos que ven en él una figura anticorrupción, impulsora de infraestructura y crítica del burocratismo estatal.

Rodrigo Chaves ha dejado claro que no modificará su retórica, que considera parte esencial de su propuesta política. Mientras tanto, el país observa con atención el rumbo de una administración que promete transformación, pero que avanza bajo un clima político cada vez más tenso.

San José – La expresidenta de la República, Laura Chinchilla, lanzó duras críticas al presidente Rodrigo Chaves, a quien acusa de haber dejado de gobernar para concentrarse en construir una plataforma política con fines continuistas.

A través de sus redes sociales, Chinchilla reaccionó al más reciente discurso del mandatario con palabras contundentes: “Mi conclusión de la poco novedosa y siempre grotesca y repulsiva diatriba presidencial: El gobierno se acabó”.

Según la exmandataria, Chaves estaría utilizando el último año de su administración no para atender las necesidades del país, sino para afianzar un movimiento político propio desde el poder. “La prioridad en el último año no es gobernar, sino construir un movimiento político mientras están en el poder, con el objetivo de seguir ostentando el poder”, afirmó.

Chinchilla, quien presidió el país entre 2010 y 2014, ha sido una crítica constante del estilo confrontativo del actual presidente. En esta ocasión, concluyó su mensaje con una advertencia a la ciudadanía: “¡A despabilarse, Costa Rica!, que la guerra está avisada”.

Las declaraciones de la exmandataria se dan en un contexto de creciente tensión política, donde el discurso del presidente Chaves ha sido señalado por su tono polarizante y su enfrentamiento abierto con diversos sectores, incluyendo la Asamblea Legislativa, la prensa y figuras del pasado gobierno.

Después de semanas de negociación, el abogado de 78 años consiguió los votos necesarios para imponerse en un Congreso fracturado: Rosalía Brown solo recibió los seis votos de Nueva República y Manuel Morales los ocho del oficialismo, más el socialcristiano Leslye Bojorges. 

El Frente Amplio, fiel a su postura, votó en bloque por Rocío Alfaro.

La nota curiosa la puso el liberacionista Gilberth Jiménez, quien había anunciado que apoyaría a una mujer para el cargo, pero finalmente se postuló a sí mismo y votó en ese mismo sentido.

Además, sin estar postuladas, recibieron votos Vanessa Castro (Carlos Andrés Robles) y Melina Ajoy (ella misma).

Con esa matemática, Arias amasó un total de 33 votos: 18 de su fracción (Carolina Delgado se sumó de última hora), tres del Liberal Progresista y seis del PUSC, más cinco del bloque independiente y la oficialista Luz Mary Alpízar.

El verdiblanco es, desde este jueves, el segundo diputado en la historia en liderar a la Asamblea Legislativa en sus cuatro años de mandato, pues ya lo había el también liberacionista Francisco Antonio Pacheco (2006-2010), eso sí, este último como oficialista.

Un cuarto año de fricciones con el Ejecutivo

La reelección de Arias anticipa un año legislativo cargado de tensiones entre el Congreso y el Ejecutivo. El presidente Rodrigo Chaves, quien ha mantenido una retórica confrontativa con el Parlamento, probablemente mantendrá su línea de culpar a la Asamblea —y particularmente a Arias— por la falta de avances en temas clave como educación, seguridad ciudadana e infraestructura.

Durante su mandato, Chaves ha intentado posicionarse como un outsider enfrentado a la “vieja política”, pero sus resultados en materia de gestión han sido limitados. A pesar de un inicio con altos índices de aprobación, su administración ha sido señalada por deficiencias en la ejecución presupuestaria, lentitud en la implementación de programas de seguridad y una gestión educativa marcada por improvisación y escasos avances en conectividad y formación docente.

La narrativa de culpar al Congreso ha sido constante, pero en este último año, con el liderazgo consolidado de Arias —un político de larga trayectoria y con amplias redes dentro del sistema político—, es probable que el choque entre ambos poderes del Estado se intensifique.

¿Desgaste para quién?

En este contexto, el riesgo para Chaves es que el argumento de la obstrucción legislativa pierda fuerza entre un electorado que comienza a exigir resultados concretos. Mientras tanto, Arias, con su estilo pausado y negociador, podría terminar capitalizando el desgaste del Ejecutivo, especialmente si logra impulsar acuerdos mínimos en temas sensibles.

El último año de esta administración se perfila así como un campo de batalla político entre un presidente que busca consolidar su legado en medio de críticas crecientes, y un líder legislativo que ha demostrado capacidad de maniobra incluso en un Congreso fracturado.

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, ha experimentado un notable incremento en su nivel de aprobación, alcanzando un 63% según la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, publicada en noviembre de 2024 .​

Este aumento en su popularidad se ha visto reflejado principalmente en sectores de la población con menor nivel educativo. El respaldo más significativo proviene de personas con educación secundaria como máximo nivel alcanzado, residentes en provincias como Puntarenas, Guanacaste y Limón, y de género masculino . Este patrón sugiere que las políticas implementadas por el gobierno han tenido un impacto positivo en estos grupos, fortaleciendo su apoyo al mandatario.​

El respaldo a Chaves ha mostrado una tendencia ascendente desde septiembre de 2024, cuando se encontraba en un 54%. Este repunte se ha producido en un contexto de creciente preocupación por la inseguridad en el país, lo que ha generado un debate sobre la efectividad de las políticas gubernamentales en este ámbito .​

En resumen, el presidente Rodrigo Chaves ha logrado consolidar un apoyo significativo entre la población con menor nivel educativo, lo que podría influir en las estrategias políticas y sociales de su administración en el futuro cercano

El presidente de la República, Rodrigo Chaves, respondió con dureza este miércoles al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) luego de que este ordenara suspender cualquier modificación en la asignación y distribución de frecuencias de radio y televisión hasta que se emitan los resultados definitivos de las elecciones del próximo año.

“Doña Eugenia, ¡ubíquese!, ¡ubíquese! Tribunal Supremo de Elecciones, ¡ubíquese! Están queriendo gobernar a través de ‘las elecciones’. Dejen Gobernar y dedíquense a asegurarse que no haya trampas y chanchullos en nuestra democracia”, manifestó el mandatario en un tono firme.

Chaves añadió: “Doña Eugenia Zamora, ¡diay! ¿qué le está pasando a usted? ¿Por qué no regula cómo se hacen las carreteras, si puede influenciar el flujo de vehículos hacia las elecciones? Incluso el funcionamiento de los baños del Ministerio de Educación Pública, porque, ¿qué pasa si el día de las elecciones nadie se puede lavar las manos?”

Este comentario se refiere a la reciente resolución No. 2267-E8-2025 emitida por el TSE, que establece que no se debe alterar el modelo ni la asignación de frecuencias de radiodifusión mientras no se concluyan los procesos electorales. Según la resolución, cualquier cambio en las concesiones de frecuencias podría afectar la transparencia y la equidad del proceso electoral.

En respuesta, Paula Bogantes, ministra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), señaló que el TSE no tiene competencia para decidir sobre la operación de las concesiones de telecomunicaciones. Bogantes explicó que la decisión sobre la prórroga de las concesiones de frecuencias depende exclusivamente del Gobierno. Esto hace referencia a la prórroga que el Ejecutivo otorgó el año pasado a los concesionarios de frecuencias para operar estos bienes demaniales, cuya vigencia expira el 28 de septiembre de 2025.

La ministra subrayó que cualquier modificación a este acuerdo será determinada por el Gobierno, no por el TSE. La situación sigue siendo un tema delicado, ya que las decisiones en torno a las frecuencias pueden tener un impacto directo en los medios de comunicación y en la cobertura electoral.

El Partido Liberación Nacional (PLN) anunció que, tras un primer corte con el 50% de las mesas, la participación fue de poco más de 70 mil personas. Esto implica que, aun sin contabilizar la segunda mitad, la cifra total de participación estará muy lejos de lo registrado en las últimas dos convenciones internas.

En las votaciones verdiblancas de 2017, en las que ganó Antonio Álvarez Desanti, votaron 430 mil personas, mientras que en las del 2021, cuando ganó José María Figueres, votaron 431 mil.

En caso de que el resultado definitivo de la contabilización de votos no supere los 180 mil, tal cosa implicaría que la participación ni siquiera alcanzaría el 5% del padrón electoral.

Miguel Guillén, secretario general verdiblanco, consideró que el hecho de que los precandidatos fueran caras nuevas influyó en la baja participación.

“La renovación provoca reducción importante en la participación del electorado. Se dio espacio a precandidatos que no eran muy conocidos, gente nueva, liderazgos nuevos” señaló.

El presidente del partido, Ricardo Sancho, consideró que “cada momento es diferente. El país vive una deriva antidemocrática por el discurso de odio y polarización que sentimos. Los incentivos para participar no estamos en las mejores condiciones”.

En esta convención interna y tras el primer corte, Álvaro Ramos alcanzó con facilidad el primer lugar con casi el 80% de los votos emitidos.

Oscar Arias Sánchez, ex presidente de Costa Rica y principal impulsor del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, ha sido criticado por su papel en la aprobación de un acuerdo que, según muchos, ha perjudicado a los sectores productivos del país. Este tratado, que fue respaldado por Arias con toda su influencia política, ha sido señalado como un factor que ha sumido en la pobreza a muchos agricultores costarricenses, especialmente aquellos en áreas rurales, quienes cultivaban productos básicos. Sin embargo, como apunta Ariel Robles Barrantes, diputado costarricense, el impacto negativo del tratado es evidente, aunque existe una excepción: “el azúcar, donde la familia Arias tiene negocios”.

Robles señala que el Tratado de Libre Comercio (TLC) fue diseñado para favorecer a los grandes capitales norteamericanos, a costa de los pequeños productores nacionales, especialmente aquellos en las zonas rurales. Esto ha generado una creciente polarización en la sociedad costarricense, herida por las consecuencias de un tratado que muchos rechazaron en su momento. “Un tratado hecho a la medida de los grandes capitales norteamericanos”, expresa el diputado Robles, quien subraya que el acuerdo ha dejado un saldo de pobreza en las regiones productivas de Costa Rica, contribuyendo a la división y la desconfianza que, según él, aún persiste en la política del país.

A medida que el presidente Rodrigo Chaves Robles asume el poder, el diputado critica la relación cercana que el actual mandatario tiene con los Estados Unidos. “Hoy es el principal aliado del Gobierno de los Estados Unidos en la política criolla”, declara Robles, evidenciando la continuidad de las políticas impulsadas por Arias en su tiempo.

En un giro irónico de los acontecimientos, el expresidente Arias, quien una vez fue considerado un aliado clave de los intereses estadounidenses, fue despojado de su visa estadounidense bajo la administración de Donald Trump. “Lo usamos, ya no nos funciona, entonces lo tiramos”, menciona Robles sobre el trato que ha recibido Arias por parte de las autoridades estadounidenses. Esta decisión resalta cómo los intereses de las potencias extranjeras pueden cambiar según sus conveniencias, y cómo, en este caso, un exlíder que fue clave en sus objetivos ya no es relevante para ellos.

Robles reflexiona sobre esta situación con un tono de escepticismo: “¿Por qué? Porque ya no lo necesitan, no les interesa”. Según el diputado, si en algún momento Estados Unidos necesita algo de Costa Rica, lo resolverán a través de quien sea necesario, y en ese sentido, “para eso tienen ahora a Rodrigo Chaves Robles, que defiende y promueve lo mismo que hacía Oscar Arias en su tiempo”.

De esta manera, Robles concluye que la política exterior costarricense, con sus altibajos y cambios de aliados, ha demostrado la volatilidad de los intereses internacionales y cómo los exlíderes que alguna vez fueron esenciales para ciertos acuerdos ya no son más que piezas desechables cuando dejan de ser útiles.